Nuestra semana de graduación fue el cierre de un recorrido lleno de dedicación y sueños. Fuimos testigos de cómo aquellos estudiantes que un día llegaron con la ilusión de vestir los colores de su carrera, hoy los portan con orgullo convertidos en profesionales.
Queremos felicitar, con profunda alegría, a los nuevos licenciados y abogados de la XXIII promoción de pregrado, así como a los especialistas de la XVIII promoción de postgrado, por alcanzar esta meta que marca el inicio de nuevos caminos.
Durante la homilía de la misa de graduación, el Pbro. Neptalí Balza, párroco de la Iglesia Sagrada Familia de Nazareth y San Josemaría Escrivá de Balaguer, invitó a los graduandos a vivir esta semana con gratitud. “Son momentos hermosos, gratos. De agradecimiento por alcanzar una meta que sentíamos que estaba lejos”, expresó con emoción.
También les recordó que “ustedes ya no son el futuro. Ustedes son el presente. Entonces, hay que asumir ese presente con madurez humana y espiritual. Tienen que ser ejemplares”.



José Antonio De Oliveira, director de la Asociación de Egresados de la Universidad Monteávila, les dio la bienvenida a la comunidad de egresados con palabras de aliento “necesitamos líderes que, sin importar si emprenden un nuevo camino, enfrentan sus primeros desafíos o llevan sobre sus hombros la responsabilidad de toda una empresa, mantengan siempre viva la disposición de aprender, contribuir y alcanzar metas con propósito.”
También les recordó que, aunque muchos piensan que la graduación marca el final de una etapa, en realidad “este es apenas el inicio de una vida maravillosa”




En representación de los egresados, Andrea Adrián, Licenciada en Educación mención Ciencias Pedagógicas, les recordó qué hace a una persona un buen profesional: “Un buen profesional trasciende de lograr los objetivos de un trabajo, en palabras de la UMA, es el que es amigo, aquel que tiene como norte el bien común y está comprometido con la verdad: la transmite, la defiende y la comunica. Es aquel que hace vida en comunidad utilizando las herramientas que tiene, pensando en sí mismo y en los demás”.


Por otro lado, Alejandra Guzmán, licenciada en Comunicación Social, los invitó a seguir trabajando para alcanzar sus sueños.
“Así como todos tenemos la oportunidad de ser mejores que ayer, también les digo que tenemos la obligación de vivir más, de tener más experiencias, de amar con más intensidad, de ser más apasionados con lo que hacemos, de caernos, golpearnos y de levantarnos. De vivir una vida menos seria, de perseguir nuestros sueños, de reír y de disfrutar más. Recordando siempre que lo esencial es invisible a los ojos, como dijo el Principito”.





Y para finalizar el profesor Orlando Pérez Caldera les dio dos recomendaciones para su vida profesional:
“La primera es que vivan en constante actualización de sus conocimientos, nunca piensen que llegaron a un tope en su proceso formativo personal; con ello ejercerán las virtudes de la prudencia, la humildad y la perseverancia. La segunda, es que no olviden que estamos llamados a ordenar la sociedad y estar al servicio de los demás; con ello ejercerán las virtudes de la generosidad, la empatía y la solidaridad”.
¡Felicidades licenciados, abogados y especialistas! La UMA son sus egresados.
Puedes descargar las fotos de las graduaciones, firmas y misa aquí.



