fbpx

Novedades

La gran celebración de Casimiro

Oct 10, 2023

En el Auditorio Principal sólo llovían aplausos: la juramentación del nuevo CEUMA 2023-2024 había terminado y los estudiantes estaban emocionados, llenos de ilusión. Sin embargo, algunos se percataron de que Casimiro no fue a la ceremonia. 

Cuando los alumnos volvieron al Campus Oeste, observaron que el pingüino estaba en la plaza revoloteando alrededor de un gran bolso de excursión. 

“¡Ya están aquí!” exclamó con alegría Casimiro. “¿Están listos para una aventura?”. 

Los miembros del CEUMA se miraron entre sí extrañados. “¿En una fecha tan importante?”, preguntó Adel, el presidente. 

“¡Claro, con más razón!”, respondió Casimiro. “Síganme todos los que puedan: ¡Nos vamos de excursión!”

“Pero todavía hay clases hoy, Casimiro”, le recordó Samantha, la vicepresidenta. 

”No te preocupes, será sólo por un par de horas. Además, ya hablé con todas las facultades y me dieron permiso de celebrar a lo grande con ustedes”, comentó Casimiro. 

Todavía curiosos, una gran fila india de estudiantes comenzó a andar detrás de su alado amigo. Todos se preguntaban a dónde los llevaría Casimiro. El pingüino sólo respondía con simples “Ya lo verán” y repitiendo una y otra vez “Vamos a celebrar a lo grande”. 

Casimiro se movía con soltura en la calle a pesar de que sus aletas estaban ocupadas cargando el bolso de excursión. Después de caminar un rato, se detuvieron frente a un autobús de La Wawa. 

“¡Suban con confianza! Un amigo egresado nos lo prestó para usarla hoy”, explicó Casimiro. 

La Wawa los llevó hasta la estación de Maripérez. Todos se sorprendieron al ver a un pingüino excursionista comprando entradas para subir por el teleférico, incluidos los estudiantes de la Monteávila, quienes estaban al tanto de que a Casimiro le gustaba volar de vez en cuando. 

“Si vuelo no podré compartir con ustedes durante la subida”, les dijo Casimiro sonriente. 

Cuando llegaron a la montaña, Casimiro se quitó el bolso y lo abrió. Comenzó a sacar cubiertos, vasos y platos, así como una mesa plegable. Les entregó a los miembros del CEUMA una bolsa de globos y les pidió que los inflaran, porque con su pico se le hacía muy difícil. Después sacó una tortera, en cuyo interior se veía una gran torta decorada con un fondant verde y el logo de la Universidad Monteávila. 

“¿Nos trajiste hasta acá para celebrar el cumpleaños de la universidad? ¡Nos hubieras dicho antes para ayudarte!”, dijo Adel. 

“Quería que en parte fuera una sorpresa, Adel. Además, no hay mejor lugar para celebrar a nuestra Monteávila que todos reunidos sobre la montaña: nos recuerda lo que hemos alcanzado y las historias, logros y experiencias que todavía tenemos por conquistar”, respondió Casimiro. 

Conmovidos todos los alumnos abrazaron a Casimiro, compañero y autor de muchos de los recuerdos de la Monteávila desde su llegada en 2006. Juntos cantaron cumpleaños a la Universidad Monteávila sobre la montaña que inspiró su nombre. 24 años más tarde de su primera clase un 4 de octubre de 1999, esa casa de estudios sigue creciendo y en búsqueda de la formación integral, educación personalizada y la excelencia académica de sus estudiantes (y un simpático pingüino que cuida a cada uno de sus miembros).