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Tres discos, cinco premios Pepsi Music, socio fundador de Paradiso Holding. Presentamos a Carlos Poletto

Oct 26, 2022

Carlos Poletto es cantautor. Este año ganó dos premios Pepsi Music; es socio fundador de Paradiso Holding, productora audiovisual que ha trabajado para Carlos Vives, Camila, Netflix y HBO; fue creativo en Sony Pictures; ha grabado tres discos y es egresado Magna Cum Laude de la Monteávila, a donde llegó con su música y muy decidido a nutrirse de conocimientos en 2007. Nuestro egresado UMA nos narra su historia de inspiración, disciplina y logros.

En la Monteávila tuve un acercamiento importante hacia la cultura y el conocimiento, que sin duda me forjaron como cantautor

Comencé a escribir canciones alrededor de los 14 años y me paseé por muchos géneros musicales, como es normal en la adolescencia. Al mismo tiempo, siempre tuve un particular interés por la literatura, especialmente por la poesía, y escribí varios poemas a esa edad para regalarlos. 

A los 17 años decidí mantener la música como un hobbie y comencé a estudiar Comunicación Social en la Universidad Monteávila. Desde los primeros días me sentía en el lugar indicado. La cultura te abre la mente, te ayuda a contar historias, a crear. En la universidad me dediqué mucho al estudio, hice clubes de lectura, cineforos, etc.; todo con la prioridad de enriquecer mis conocimientos. 

Crecí rodeado de arte, guitarras y música. Mi mamá toca la guitarra y canta, y por una época también pintó cuadros muy hermosos. Mi abuelo materno era un melómano empedernido, era médico y violinista. Mi abuelo paterno era pintor y escultor; sus bustos de Bolívar aún decoran plazas en toda Venezuela. Era lógico que desde niño tuviera bastante interés por el arte, pero fue específicamente la música lo que llamó mi atención a temprana edad, y desde entonces ha sido mi compañera, mi refugio.

La música, por supuesto, me acompañó durante mi carrera. En esa época cantaba en la coral de la universidad y practicaba canto lírico con el maestro Víctor López. Tuve también una banda de rock llamada “Fuego Montevideo” y nos presentamos en varias ediciones dell “Waraira Fest”.

En la Monteávila tuve un acercamiento importante hacia la cultura y el conocimiento, que sin duda me forjaron como cantautor. Me presenté en varias ocasiones en el cafetín en lo que solía llamarse “Café Concert”. 

Aparte de la música, siempre he tenido un gran interés por el cine y la televisión; por eso Comunicación Social parecía ser la mejor opción para mí. La UMA me gustaba porque me transmitía cultura y educación más personalizada. Desde el primer día quise aplicarme bastante. Mi interés por aprender y enriquecerme culturalmente fue importante. Por eso era uno de los más estudiosos del salón. Haberme graduado Magna Cum Laude fue una gran satisfacción, pues fue la consecuencia del esfuerzo. 

La formación como comunicador social me ha ayudado en muchísimos aspectos, desde la escritura de mis canciones hasta la promoción de las mismas. El conocimiento integral es importante para cualquier profesión.

Cuando estaba finalizando la universidad en 2011-2012, me aparté de las bandas musicales y comencé a escribir muchas canciones. Estas eran diferentes: eran para mí. Parecía proyectarse una posible carrera solista, pero para ese momento no lo tenía muy claro. Para entonces comencé a componer también música para comerciales de televisión y cortometrajes; mi amor por la música de películas se acrecentó bastante. 

De creativo a empresario y reconocido cantautor

Al graduarme, comencé a trabajar como creativo en Sony Pictures. Al mismo tiempo seguía trabajando freelance componiendo música incidental para piezas audiovisuales. Para ese momento ya estaba comenzando a componer música incidental para videoclips de artistas como Alkilados, Cali y el Dandee, Ozuna, Nicky Jam, Reik, entre otros. Luego de casi dos años en Sony y como compositor incidental freelance, decidí irme a estudiar Film Scoring (música de cine) en Berklee College Of Music en Boston. 

Audicioné en Boston y fui admitido, pero lamentablemente no pude irme a hacer la carrera por las complicaciones del país en ese momento. Parecía providencial que debía quedarme en Venezuela. Durante esos meses me asocié con grandes amigos en Caracas y montamos Paradiso, una pequeña productora audiovisual que con los años se convirtió en un holding. 

Paradiso Holdings es un proyecto que me llena prácticamente igual que mi carrera artística. Inicialmente la fundé como una productora junto a Luigi Altuve y Pedro Sánchez, amigos de toda la vida y egresados de la Monteávila también. Hemos tenido la oportunidad de crecer no solo a nivel de clientes (llegando a marcas como Netflix y HBO, y artistas como Carlos Vives y Camila) sino también como empresa. 

Hoy en día, aparte de la producción y post producción audiovisual, Paradiso es también agencia digital y estamos involucrados en proyectos innovadores dentro de la Web 3.0. Desde sus inicios, además de ser socio fundador, soy Director Creativo, cargo con el que me siento a gusto, pues me mantengo siempre activo en el área creativa. 

Durante los primeros meses de Paradiso decidí retomar las riendas de la música y comencé a grabar mi primer disco, titulado “A Color”. Fueron muchos meses de trabajo y al publicar el disco las cosas comenzaron a cambiar en aspectos que nunca imaginé.  

Muchísimas personas comenzaron a conectar con mis canciones (esas que había escrito para mí). Empezamos a hacer hermosos videoclips bajo la producción de Paradiso y la dirección de talentosos amigos también egresados de la Monteávila como Fran Méndez y Pedro Sánchez. 

Pasaron los meses y comenzamos a llenar teatros. Medios nacionales e internacionales comenzaron a reseñar mi música. Parecía que mis canciones ya no eran solo mías: eran de todos y para todos. 

En 2019 hice “Mar Abierto”, mi segundo disco bajo la producción del ganador de Grammy y ex Amigos Invisibles, José Luis “Cheo” Pardo. Este disco acercó a una gran cantidad de gente al proyecto, sobre todo a nivel internacional. Hoy en día, países como México lideran las estadísticas de oyentes mensuales de “El Otro Polo”. Por cierto, le puse este nombre a mi proyecto como solista por mi apellido. A mis hermanos mayores les comenzaron a decir “Polo”, yo heredé el sobrenombre, pero como éramos varios y yo era el menor, yo siempre fui el otro Polo. 

Fue en 2020 cuando terminé de entender la trascendencia que podía tener mi arte. Por cosas de la vida -yo diría, nuevamente, providenciales- me invitaron a componer e interpretar una canción para la Misa de Beatificación del Dr. José Gregorio Hernández. El tema llevó por título “Canción que cura”. Luego de la Misa la grabé junto a la orquesta Gran Mariscal de Ayacucho, Annaé Torrealba y Liana Malva con la intención de donar todas las regalías al sector salud de Venezuela, en honor al Dr. José Gregorio Hernández. 

Quizás ese fue el hecho que más ha marcado mi carrera, porque me terminó de convencer de que el arte no es solo expresión, puede ayudar a los demás, cambiar vidas. 

En 2017 recibí mis primeras tres nominaciones en los Premios Pepsi Music, en la categoría Jazz. Ese año gané los tres premios: Artista Jazz, Canción Jazz, Disco Jazz.  Luego he tenido nominaciones todos los años, pero no fue sino hasta septiembre de este año que volví a ganar en la categoría Cantautor: Artista y Canción. 

Vivo en Caracas con mi esposa, y estoy por estrenar mi tercer disco, hecho también bajo la producción de José Luis “Cheo” Pardo, con la colaboración de importantes artistas nacionales e internacionales. Se llama “No faltaba tanto”.

Instagram: @elotropolo_