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Bea Arias, la primera estudiante que nos representará en la Universidad Panamericana 

Jun 6, 2023

A Bea Arias el convenio de la Monteávila con la Universidad Panamericana de México (UP) “le vino como anillo al dedo”: buscaba cómo irse a México a continuar con sus estudios superiores porque la mitad de su familia vive allí. 

Aunque quiere formarse afuera, considera a Venezuela “su cable a tierra” y desea regresar al país para brindar nuevos aportes. “Siempre he tenido como ese sentido de devolverle a la universidad, de devolverle al colegio cuando estaba en el colegio, de devolverle a mi país, y  esa es una de las razones más importantes por las que yo misma participé en política en algún momento, por entender que uno tiene que retribuir al espacio en el que esté, sea público o privado, pero entender que el espacio público forma parte de tu vida diaria”.

Actualmente, Bea está por terminar el octavo semestre de Comunicación Social. Con este intercambio, irá a cursar materias para complementar su carrera y especializarse más en lo que le gusta. Por eso, tiene entre ceja y ceja cursar la materia de Talent Management en la UP para entender más a fondo la gestión humana y la industria del entretenimiento, uno de sus mayores intereses junto con la radio y la comunicación política.  

Bea nos contó más sobre su proceso de aplicación y el inicio de esta experiencia, con la que estudiará en la UP durante los semestres de primavera y otoño 2023-2024.  

¿Qué se siente ser la primera estudiante de intercambio de la Monteávila yendo a la Universidad Panamericana?

-Es mucha responsabilidad, pero al mismo tiempo es emocionante. Es entender que después de mí viene mucha más gente y eso es lo que tenemos que lograr. Al fin y al cabo dependiendo de lo que yo haga y deje de hacer, de cómo viva yo la experiencia, otros después podrán vivirla de una manera muy distinta, con menos trabas de las que tuve yo y con consejos que yo les pueda dar. De cierta manera soy embajadora de la universidad y eso es una gran responsabilidad. No es solamente irte de intercambio, sino que de ti depende que otros vengan también. Y eso creo que es algo que, a pesar de que los que vengan después ya no serán los primeros, tienen que mantener en su cabeza: siempre que tú vayas a hacer algo apoyado por alguien, lo que hagas va a perjudicar o tener una repercusión en lo que pase después. Eso es súper importante: entender que no sólo te estás representando a ti.  

¿Cuáles son tus expectativas?

-Estoy demasiado emocionada porque me he puesto a investigar, evidentemente, y he empezado a seguir a la universidad, a la coordinación de International Affairs -que es básicamente la oficina de los intercambios de la UP- en Instagram, y están haciendo un montón de cosas súper chéveres. Y, por ejemplo, tienen una semana de la Universidad Panamericana, entonces hacen un montón de cosas, hacen exhibición de carros… O sea, es una manera de vivir la universidad de una manera distinta. No sé si calificarlo de muy “como se ve en las películas”, pero de cierta manera pareciera así, porque bueno, también mi vida universitaria aquí dentro de la Monteávila estuvo como muy cuarteada por la pandemia, entonces no es una oportunidad de “voy a hacer lo que no pude hacer en la Monteávila”, pero sí de vivir algo bastante distinto.

¿Qué materias vas a estar cursando en la UP?

-En la UP todavía no me han terminado de dar la oferta completa de materias que voy a poder cursar, sobre todo porque creo que lo hacen por semestre, y como yo voy a estudiar dos semestres, puedo estudiar mínimo tres materias en cada semestre. Y dependiendo de la carga horaria que haya, sé que una de las materias que 100% quiero meter es Talent Management para intentar abrirme un poco la mente y la experiencia a ese lado de la comunicación que siento que aquí en Venezuela y en la UMA no tenemos como tan mapeado, porque bueno, no tenemos tanto desarrollo en lo que tiene que ver con comunicación y entretenimiento, sino más bien está, diría yo, que está empezando como a surgir algo por ese lado, pero todavía está muy bebé. En cambio, allá en México es uno de los lugares donde mejor desarrollado está toda la industria del entretenimiento. Y es una oportunidad muy chévere que no me quisiera perder. Siento que eso también puede dar una perspectiva distinta para que si, en mi vida de repente decido no irme hacia el entretenimiento sino irme hacia cualquier otra área de la comunicación, el saber gestionar talento humano es importantísimo. Sobre todo para nosotros los comunicadores sociales que estamos en constante comunicación y en constante intercambio con cualquier persona.

¿Cómo fue todo el proceso de aplicación? ¿Qué recaudos necesitaste? 

-Mi proceso de aplicación fue sumamente sencillo. La Monteávila me nominó (porque te tiene que nominar tu coordinador académico) y casi un mes después, me llegó el correo de parte de la UP, diciendo, “Bueno, ya te nominaron, aquí está todo lo que necesitas para aplicar”. Yo en ese mes ya había averiguado qué era lo que necesitaba para aplicar porque la Universidad Panamericana tiene una página donde tienen información sobre los intercambios (International Affairs) y ya yo estaba en ese proceso de recopilar los recaudos. 

Necesitas una carta de parte de la universidad de recomendación, una carta de motivación tuya de por qué quieres hacerlo, tener seguro de viajes y de estudiante, pero te hacen la observación de que puedes terminar de presentar los recaudos cuando estés allá. O sea, no es como que si no lo tienes, no puedes aplicar. 

La otra cosa que te piden es que si vas a hacer algún tipo de curso en inglés, te piden tener un certificado mayor a B2. Mi certificado fue muy sencillo de hacer. Con el EF SET Certificate, un certificado completamente gratuito y online funcionó. No hay por qué invertir mucho dinero a diferencia de otras cosas. 

Para la visa de estudiante, realmente lo único que me pide la embajada es la carta de admisión de la universidad, que lo complejo es que te la piden en físico. Y lo otro que te piden es un aval económico de que tienes una cuenta con ingresos mayores a tal número o durante los últimos tres meses con promedio de más de tanto. Entonces, esas dos opciones son para asegurarte que tú puedes costear tus estudios, tu manutención, tu gasto de viaje y tu gasto de estadía, pero por lo menos con el convenio de la Monteávila hay un gasto que ya no tienes que es el de la matrícula. 

Lo complicado ahorita está siendo el tema de sacar cita para la visa. Pero de resto, todo es muy sencillo, la gente de la UP ha sido sumamente colaboradora. Yo me he comunicado con ellos a través de correo electrónico. Nunca hemos tenido ningún tipo de contacto directo por otra plataforma, sino más bien yo les pedí una reunión para terminar de entender esto de la carta y de cómo me la iban a poder mandar, aprovechando que yo tengo familia allá en México y que alguien de mi familia venía para acá. Entonces tuve una reunión muy corta con el coordinador de International Affairs del campus de Ciudad de México y nos pusimos de acuerdo para que le entregaran los documentos a mi familia y me los pudieran mandar para no tener que esperar por una empresa de envíos postales privados, que se puede tardar por ejemplo un mes. Lo particular aquí es que la embajada no te da cita si no tienes todos los recaudos.

Parte del proceso también ha sido estar en full comunicación con la universidad y darle actualizaciones de cómo va el proceso con la UP y bueno, contentarse mucho con cada pasito que se va avanzando. 

¿Cuándo inicia tu proceso de intercambio? 

-Mi proceso de intercambio yo diría que empezó incluso con la primera reunión que hizo la universidad con la profesora Cecilia, que es la coordinadora de International Affairs en Guadalajara, y con la egresada de la UMA Gaby Valdivieso, porque bueno, ahí pudimos realmente intercambiar muchísimas opiniones de qué pasaba, de cómo era, de qué sí pasaba, de qué no pasaba, de cómo funcionaba el proceso, de cómo funcionaba la universidad y de cómo funciona México. Entonces, ya empezando por ahí, yo diría que ya hubo como un primer intercambio, pero lo que tiene que ver con el proceso académico y con el proceso de inserción en la universidad como tal, tengo unas sesiones de bienvenida, de introducción, el 3 y el 4 de agosto y el 7 de agosto empiezo clases como tal. Entonces es súper pronto. Nosotros aquí en la Monteávila terminamos el último semestre el 7 de julio. Del 7 de julio al 7 de agosto hay un mes de vacaciones que, bueno, al fin y al cabo, puede que sean o no sean tan vacaciones porque tengo que viajar, tengo que llegar a sentarme y acomodarme en una nueva ciudad y también tengo que despedirme de una ciudad que ha sido mi ciudad de toda mi vida. 

¿A cuál campus de la UP vas a ir tú? 

-La UP tiene tres campos en este momento: el campus de Ciudad de México, el campus de Guadalajara y el campus de Aguascalientes. El de Guadalajara es el más grande. Y honestamente, llama muchísimo la atención porque Guadalajara es un sitio espectacular, preciosísimo. Aguascalientes también tiene lo suyo y Ciudad de México, bueno, a mí Ciudad de México me pareció un oasis increíble cuando fui. Pero la decisión fue mucho más allá de a cuál campus quisiera ir, fue por un tema, pudiese decir, de comodidad y de cercanía, porque la mitad de mi familia aparte de mi papá, vive en Ciudad de México. Entonces, yo voy con la mente de vivir sola, o ir de roommate, pero no quería estar alejada de mi familia. Era la motivación perfecta para irme a Ciudad de México. 

¿Qué recomendaciones le darías a un estudiante que le llame la atención este programa de intercambio? 

-Primero, fájate en tu universidad, fájate aquí. Si me preguntas a mí, inicialmente no ha habido ningún tipo de restricción para que yo pudiese ser o para que yo calificara en esa parte de la nominación de parte de la universidad, pero si yo lo veo a futuro y entendiendo la responsabilidad que es irte en representación de una universidad no puedes mandar a alguien que no sabes que va a representar en la UMA de una buena manera. Tanto en comportamiento, como en notas, como en dedicación, como en involucrarse con la vida universitaria. Mi recomendación más grande es que tu vida en la UMA es lo que te va a llevar a tener una vida fuera de ella: cuánto te involucras con el Centro de Estudiantes, cuánto te involucras con el MUN, cuánto te involucras con el teatro, cuánto te involucras con la radio, con la televisión, con el periódico, con el arbitraje, con incluso programas de acción social. La UMA te da demasiada oferta. Lo que tienes es que aprovecharla e incentivarla tú. Porque si la UMA simplemente propone y nadie se anima, la propuesta se queda ahí y ya, y nunca se logra llevar a la práctica. 

La segunda recomendación es fórmate en idiomas. Si es inglés es inglés, si es francés es francés, si es italiano es italiano, si es alemán… El que sea. Fórmate en idiomas porque también te va a permitir conocer nuevas culturas, te va a ampliar la cabeza, te va a ampliar tu forma de ver el mundo y te va a abrir oportunidades. La capacidad que te da el saber más de un idioma es importantísima para empresas grandes y para tu día a día. 

Y luego no te quedes solo con lo que te dan en clase. Siempre busca más allá, siempre investiga más allá. Si en la página web de la universidad dice algo, sea de la UMA, sea de la UP, sea de Harvard, sea de donde te quieras ir, investiga más. Y una de las mejores maneras que yo he logrado investigar sobre los lugares a donde quiero ir, sobre las instituciones de las que quiero formar parte, es precisamente tocándole la puerta a los que ya han vivido la experiencia.