“Formarse como persona es importante porque todo lo que uno aprende lo pone al servicio de los demás, allí donde esté”, afirmó el Excelentísimo Monseñor Alberto Ortega Marín, Nuncio Apostólico en Venezuela durante su visita a la Universidad Monteávila.
El Nuncio tuvo un encuentro cercano con nuestros estudiantes, miembros del consejo universitario y autoridades, quienes le presentaron más sobre su experiencia dentro de la Monteávila, destacando tanto su formación académica como de valores dentro y fuera del aula de clases.
La cercanía entre los miembros de la comunidad universitaria, la posibilidad de “desarrollar su mejor versión”, la educación personalizada en la relación profesor-alumno y las buenas amistades que se han formado dentro de los espacios de la universidad fueron algunas de las ideas principales que se compartieron en los testimonios.
Juan Carlos Vidal, director del Centro de Estudios para la Participación Ciudadana de la Monteávila, también presentó al Nuncio Apostólico parte del servicio a la sociedad que realiza la universidad. El profesor Vidal hizo referencia a la labor del programa de Mediación y Resolución de Conflictos Comunitarios realizado en conjunto con la Fundación Hanns Seidel a lo largo del 2024, a través del cual se han apoyado a diferentes comunidades con talleres orientados a la capacitación para implementar medios alternativos para la solución de conflictos.
El Nuncio destacó que en la Universidad Monteávila se observa “la importancia de formarse no sólo en una materia, sino como persona. Eso es algo que se logra en un ambiente”.
Al finalizar el encuentro, el Nuncio Apostólico y el Vicario Regional del Caribe del Opus Dei, el Pbro. Ignacio Rodríguez Mayz, concelebraron la Santa Misa en la Iglesia y bendijeron la donación de una nueva imagen de la Virgen María y el Niño Jesús para la universidad.
